Luz Casal: Vida Toxica.

La mejor terapia para Luz Casal fue la música. Podría sonar a cliché, pero cuando la española enfrentó una dura batalla contra el cáncer de mama, el año pasado, sintió la necesidad de componer sin parar. El resultado fue el álbum Vida tóxica, descrito por ella como “el triunfo de mi voluntad”.

“El periodo que duró la quimioterapia es el más largo que he tenido para dedicarme exclusivamente a mí, entonces he llegado a la conclusión de que amo mi trabajo y la música, la manera en la que me relaciono con la gente es muy intenso”, explica Luz Casal, en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.

Y es que si bien durante su carrera en la música, que data ya de casi tres décadas, la intérprete de “No me importa nada” ha puesto entera dedicación en sus discos, esta vez el reto fue mayor, al encontrarse un poco mermada físicamente.

“Escribí de una manera mucho más rápida que otras veces, supongo que en esta ocasión las circunstancias lo exigieron, con cosas muy concretas para poder escribirlas de manera muy concisa”, detalla.

Esta lección de vida, como la misma Luz la llama, le reiteró no sólo su pasión por la música, también la oportunidad de saber que había mucha gente que en verdad la ama.
“Si no hubiera tenido ese traspié físico, a lo mejor no habría sido consciente del cariño que la gente me profesa. En resumen, he aprendido una lección maravillosa”, señala la cantante.

La primera noche

El regreso de Luz Casal a los escenarios se efectuó el 12 de enero de este 2008, en Lisboa. Esa noche, narra la española, sintió un poco de miedo, pues pensó que había tanta emoción que podría crearse un ambiente de tensión. Un año antes, el 25 de enero, había hecho público que padecía cáncer.

“La emoción te puede servir para una canción, pero la siguiente que quieres pegar llantos, no te sirve. Tenía un poco de precaución, de cómo reaccionaría la gente, llevábamos una semana de muchos ensayos, así que cuando llegué fue una cosa natural, se creó mucha emoción por parte de la gente, y por supuesto en mí y así ha sido hasta el día de hoy en la gira”, comenta.

Y agrega: “¡Estoy como nunca! Tengo una sensación poderosísima de ser muy querida, de ofrecer conciertos muy buenos, estoy encantada de la vida (risas)”.

No quiere ser ejemplo

Haber superado el cáncer fue sin duda la experiencia más fuerte que la vida le dio a Luz Casal. Por ello, la cantautora no sólo se siente orgullosa de cómo supo enfrentar la enfermedad, también la valentía que tuvo para trabajar a diario en un disco, y luego pararse sobre un escenario, cuando apenas había concluido el tratamiento de la quimioterapia.

“Al principio de mi tratamiento, los doctores me dijeron que era importante que una figura pública transmitiera a los enfermos que el cáncer es algo muy duro. No quiero ser ejemplo de nada, ni nadie, pero me parece que la mejor forma de ayudar es sobre un escenario”, dice.

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